CARLA FERNANDA RUBILAR RUBILAR Coordinadora Financiera de Fomento Productivo

Carla cuenta que nació en el Hospital Barros Luco, en Santiago. “Estudié en 2 colegios durante la enseñanza básica, pero egresé de octavo de la Escuela Particular Claudio Matte de Santiago, la enseñanza media estuve en cuatro liceos, pero egresé de cuarto medio del Liceo Comercial de Nueva imperial con la carrera de Técnico en Contabilidad, además egresé el 2016 de la Universidad de la Frontera de la carrera Contador Público y Auditor”.

Como una experiencia laboral, comenta que “desde que salí de cuarto medio llevo contabilidades a pymes de la ciudad, abarcando diversos rubros empresarios como academias de música, negocios de barrio, constructoras, restaurantes, forestales, entre otras”. Agregando que “un año antes de egresar de la carrera universitaria trabajé en la Auditora y Consultora Global S.A, prestando servicios de auditoría a los estados financieros y contabilidad en general en diversas empresas de su cartera de clientes. El año que egresé trabajé en Sygma Limitada, Temuco, me desempeñé en contabilidad general y administración de recursos humanos, dentro de la consultora y constructora.

En el año 2012 comenzó una pyme forestal con su pareja, que en la actualidad sigue vigente y consta de un equipo de 5 camiones y 2 maquinarias forestales.

Del 2017 a la fecha he trabajado en Fudea creando mi propio cargo.

Como estudió en la Universidad de La Frontera, ubicaba a la Fundación pero a modo general, cuenta que llegó a su correo electrónico un mail de la coordinadora de prácticas donde se ofrecía empleo en FUDEA, “envíe mi currículum vitae y luego de la entrevista guiada por don Rodrigo Pereira y la sra Claudia Carrasco comencé a trabajar el 12 de Enero del 2017”.

Con respecto a su vida  personal, “Soy Santiaguina, pero siempre me gustó el sur así que a penas pudimos nos vinimos a vivir con mi mamá y mi hermano a Nueva Imperial, que es donde tienen familia mis abuelos maternos y todas nuestras vacaciones las pasábamos aquí así que no fue difícil adaptarse al clima”, asegura.

Carla tiene una hija de 1 año y 10 meses y una pareja hace más de 14 años, con quien vive desde el año 2011. “Cuando tenía tiempo, porque ahora lo absorbe todo mi hija, me gustaba pintar en oleo y acrílico. Ya no tengo sueños, los cumplí todos. Mi único objetivo hoy en día es hacer feliz a mi mamá Mencha”, finaliza.